PARA LOS PEQUES QUE ME LEEN, MIL GRACIAS.

 

Hoy te voy a contar un cuento:

UN MAL MOMENTO.

Este era un niño muy hermoso, ágil, amiguero y muy inteligente.

Tantas cualidades tenía, que sus maestros siempre estaban encantados de platicar con él, sus amigos lo buscaban siempre porque era muy divertido, era tan apreciado que hasta las piedras les gustaba estar cerca de él.

Cierto día su mamá muy preocupada, le realizó una pregunta

-¿Hijo sabes dónde están mis llaves?

El chico le contesto muy molesto, pues estaba jugando:

No se mamá, ¡búscalas!

La mamá sorprendida, quiso darle una lección a tan irrespetuoso personaje,

Esperó  a que llegará lo noche y cuándo el niño iba a sentarse a cenar,  vio con gran sorpresa, que no había nada servido en su lugar y muy molesto expresó:

¡Mamá me muero de hambre!

A lo que la mamá respondió:

-Disculpa hijo, estoy tan ocupada buscando mis llaves, que no me di cuenta de la hora, pero no hay problema, prepara tú la cena.

Muy apenado el niño comprendió que le había fallado a su mamá, quien siempre había estado muy dispuesta a atender sus necesidades.

Entonces fue rápidamente a  ayudarla  en la búsqueda de las llaves y en menos que lo imaginó,  las encontró, junto con la felicidad de haber  apoyado a su mamá.

Muy satisfechos ambos fueron a la cocina a preparar la cena y a disfrutar de los beneficios del trabajo en equipo.

 

“Queridos amiguitos, recuerden siempre que papá y mamá siempre estarán dispuestos a cuidarnos y apoyarnos, es justo que nosotros también hagamos algo por ellos”.