DIA DE LOS ABUELITOS
Para quienes nos leen hoy se
celebra en México el dia de los ABUELITOS, por lo que enviamos un gran abrazo y
bendiciones a todos los amigos y amigas que gozan del privilegio de ser
abuelitos.
Aunque muchos
celebramos el Día de
los Abuelos el 28 de
agosto, en realidad es una fecha para
conmemorar el Día Nacional
del Adulto Mayor con la finalidad de reconocer la importancia que tiene este
sector de la población en la sociedad y dentro del núcleo familiar.
Los abuelos son una de las figuras más importantes del grupo familiar,
creando un vínculo muy especial con los nietos. Son consentidores, tiernos y
con una gran sabiduría. Siempre están allí para mimarnos, aconsejarnos y
cuidarnos con ternura.
Los abuelos ejercen un rol fundamental en la familia. No se trata de ejercer
una figura de autoridad, sino de transmitir amor, bondad y comprensión.
Siempre
están dispuestos a dar amor incondicional, cuidados y consejos, sosteniendo un
vínculo muy especial y emocional con sus nietos.
De
acuerdo a psicólogos infantiles y especialistas los abuelos son un modelo a
seguir, a través de la transmisión de valores y
enseñanzas a las nuevas generaciones, para enfrentar las
adversidades y dificultades de la vida.
Por
otra parte, los abuelos que comparten actividades y
experiencias enriquecedoras con sus nietos, influyen de manera
positiva en su comportamiento y relaciones interpersonales. Además, este
vínculo de amor, afecto y diversión contribuye notablemente a la salud
emocional de los abuelos, haciéndolos sentir útiles, activos y felices.
Enviamos este bello
poema con cariño a todos los ABUELITOS Y ABUELITAS.
Las manos del abuelo
- Gervasio Melgar
¡Qué hermosas son tus manos, abuelito!
¡Qué hermosas son
tus manos con arrugas!
Son manos que me
cuentan una historia
de sudores y penas
y dulzuras.
Han trabajado mucho
y han sufrido.
Saben de la alegría
y de la angustia.
Supieron dar el
pan, plantar el árbol,
cultivar el rosal,
dar la ternura.
Algún día lejano
-dulce día-
tendré abuelo, las
manos con arrugas.
Y la gente dirá:
¡Qué hermosas manos!
¡Cómo saben de
glorias y de luchas!
Y un nietecito mío,
puro, alegre,
de alma empolvada
con blancor de luna,
abuelo, me dirá
-también mis manos
serán alguna vez,
como las tuyas-.
UN GRAN ABRAZO A ESTA HERMOSA ABUELITA.
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